“Los Estados Unidos de Costa Rica”: una economía de tribunos y avestruces

12 febrero, 2018  /  Por: Gustavo Jiménez  /  Consultores  /  General   /   1510 Vistas

Pareciera que la  gestión como país funcionase como  “Los Estados Unidos de Costa Rica” (similar al infierno tico, pero más glamoroso)

 

En los últimos meses ha esbozado un panorama dantesco de la realidad económica y política del país.  Las distintas posturas partidistas  y clientelistas de buena parte de los actores sociales NO ayudan nada a la situación país. El lema nacional pareciera ser sinónimo de “sálvese quién pueda”.

Costa Rica como nación en los últimos 15 años se ha fragmentado y su contrato social esta desapareciendo en buena medida. Pareciera que la  gestión como país funcionase como  “Los Estados Unidos de Costa Rica” (similar al infierno tico, pero más glamoroso) donde los intereses de los partidarios, institucionales, y sindicales entre otros, forman un “estado federado”de arreglos y composiciones estratégicas. El claro  objetivo de este arreglo es sobrevivir a cualquier costo en nombre de salvaguardar el “pueblo”. Básicamente cada uno cava una trinchera con sus reglas, estructuras, pero ninguna calza entre sí con los intereses nacionales.

Facebook como campo de guerra

El pueblo, (entiéndase nosotros los ciudadanos) por otro lado, a pesar del poder a la hora de la toma de decisiones, pareciera adormecido, entre el consumismo, violencia virtual (el Facebook como principal campo de guerra) y la violencia real.

Dentro de tal desorden, las transferencias de “ayudas” entre los otros estados de interés son galopantes y galantes en un modelo heliocentrista, lo cual suma al círculo vicioso del desencanto de toda la ciudadanía, que como la avestruz: mete la cabeza en el suelo para que otros solucionen y salen de su hueco con la peor de las emociones: el miedo. De esta forma toman decisiones que nos terminan de afectar a todos por igual.

De “Suiza” a “Estados Unidos”

De “Suiza Centroamericana”, pasamos a los “Estados Unidos de Costa Rica”, donde muy similar al país de norte del continente, vivimos inmersos en la individualidad  y en  violentas discusiones que conllevan a pocas soluciones.

Tal vez, estemos a tiempo de recobrar esa “Suiza”, pero como ciudadanos debemos hacer esfuerzos por hacer cambios graduales  como la famosa reforma fiscal y ajustes del gasto público, entre otras, bien sabidas por todos. Pero lo principal es cambiar la actitud del “qué me importa “a una actitud que permita la generación de oportunidades y así empujar el barco en la misma dirección con acciones no de goce popular, pero sí necesarias.

En ciertas ocasiones se da la imagen de que el país parece una playa vacía, donde solo se ven huellas sin sentido, pero en realidad son nuestros propios pasos los que crean nuestra ruta hasta donde hoy nos encontramos. Cambiar esa ruta solo depende de nosotros, lo único cierto fue el ayer, el mañana aún está por escribirse.