¿Cuáles factores de competitividad de Costa Rica están en el juego electoral?

18 marzo, 2018  /  Por:   /  Redacción  /  General   /   1693 Vistas
El 27 de febrero se inauguraron las grúas pórticas de APM Terminals, en Moín, Limón
El informe global señala las tareas políticas que el país tiene pendientes y que frenan el desarrollo

Es una verdad de perogrullo decir que en cada elección presidencial los países ponen en juego muchas de sus condiciones de desarrollo. También es una verdad de perogrullo decir que no todo depende de una elección presidencial, que hay cosas buenas y malas que están ahí sin que un nuevo gobierno pueda permear en ellas tan fácilmente.

Eso pasa con la competitividad de Costa Rica, que depende de muchos factores políticos y otros no tanto. Lo evidente es que está a la mano de las decisiones políticas atender los flancos débiles de nuestro país y no se ha hecho así en la última década, como se puede ver en las mediciones del Informe Global de Competitividad 2017-2018.

La burocracia, la infraestructura, el diseño impositivo, el acceso al financiamiento y las regulaciones fiscales (en este orden) son las materias pendientes de Costa Rica en materia de competitividad en este 2017-2018, y ya lo eran en 2007. Independientemente del color del partido del Gobierno o de la composición de la Asamblea Legislativa, hemos sido incapaces de hacer las tareas que ya tenemos identificadas.

Por eso Costa Rica no aparece en mejor posición en el ranking internacional. Ocupa el puesto 47, lo cual no es desdeñable, pero es evidente que el potencial aún desaprovechado junto a virtudes como el nivel educativo, de salud, cobertura energética y de Internet, innovación y sofisticación para atraer nuevos negocios.

Otros factores de competitividad más bien presentan niveles peores, que también tienen que ver con el funcionamiento de nuestro sistema político. “Hay un deterioro de las instituciones gubernamentales, lo cual se mide a través de variables como desconfianza en los políticos, desvío de fondos públicos, pagos irregulares y sobornos, ineficiencia del gasto público, ineficiencia del poder judicial para resolver disputas y costos asociados al crimen y la violencia”, informó el Centro Latinoamericano para la Competitividad y el Desarrollo Sostenible (CLACDS, de INCAE Business School)  en su comunicación sobre el informe.

Por eso: no hay una economía sólida sin instituciones sólidas y ágiles. Y esas instituciones dependen de quienes las integren y las dirijan. Y esas personas dependen en buena medida de la elección presidencia de este 1º de abril entre los partidos Acción Ciudadana (PAC) y Restauración Nacional (PRN), aunque ambas fuerzas se han hecho rodeas de personas y equipos procedentes de otros flancos políticos.

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